domingo, 19 de abril de 2009

CRÓNICA III

- seguimos:

Por fin llegamos al km21, a la mitad de la marathon. El tiempo genial: 2h00´10”. Había muchísima gente por esta zona a la entrada de la ciudad y seguimos haciendo camino.

Sobre el km23 empecé a encontrarme muy mal pasamos por un barrio con muchísima gente, cerca de la Gare de Lyon, y en ese barrio nos encontramos con una rampa bastante curiosa que me mató un poco. Esta parte se me hizo durísima, Ángel iba tirando constantemente de mí que ya empezaba a ir con el gancho. No podía ya hablar, iba muy pasado de pulsaciones, me costaba respirar y el ritmo que llevábamos me empezaba a ir mal. Seguí aguantando aunque sabía que no iba pasándolo muy bien, las molestias del gemelo se me desaparecieron pero ahora empezaba a notar dolor en la rodilla y en los cuadriceps. Estaba empezando a sufrir antes de tiempo.

En principio, con nuestro entrenamiento, pensaba que no íbamos a tener problemas hasta el km30-32, y a partir de ahí: a sufrir. El problema es que creo que el resfriado me afectó al punto de llegar bien hasta el km23 y empezar a sufrir desde ahí... y todavía quedaba muuucho. Fue una pena.

Por fin salimos a la orilla del Sena. Eso me hizo desconectar un poco del dolor, pero eso me duro poco en cuanto empezamos a bajar y subir túneles. Eso pasó justo después de pasar por el km25 (2:22:37) en donde ya iba a un par de metros de ángel, y donde ya a partir de ahí empezaría a ser un lastre para el ritmo que él llevaba.

Me animé un poco en el km27 al entrar por el Tunnel des Tuileries. La gente entraba al larguísimo túnel gritando, y nosotros pues aprovechábamos para ir liándola un poco más de la cuenta. Y eso quieras que no daba montón de alas. Lo malo era que había que salir luego del túnel y claro, eso se hacía subiendo jeje. Seguimos pasando subterráneos y túneles con sus rampas, y eso me terminó por matar. Dejamos a nuestra izquierda, a la otra orilla del río, la Catedral de Notre-Dame y un poco después el Museo de Orsay. Sobre el km29 empecé a notar que iba al límite del calambre por detrás de los cuadriceps, que iban supercargados ya. Además me dolía mucho la rodilla derecha, aunque era raro porque nunca en los entrenos me había pasado. A Ángel se le veía fenomenal, el tío iba sobrao a 5:40.



- un poco más en la siguiente entrega -

1 comentario:

  1. Bebeto toy ansioso por la cuarta entrega, pensaba que iba a ser una trilogía jejeje. La verdad es que está muy bien la crónica que estás haciendo, sobre todo cuando dentro de "x" tiempo nos paremos a recordar.

    ResponderEliminar

Recent Comments

Recent Posts