domingo, 12 de abril de 2009

CRÓNICA I

Con el permiso de Ángel voy a tomarme la libertad de narraros como fue nuestra experiencia en París a lo largo de varias entregas (ya se que luego os cansais de leer con poco). Tened en cuenta que todo está visto desde mi punto de vista personalísimo. Espero que os sea de interés. Un abrazo...

CRÓNICA 1

Día D, hora H. Llegó la Marathon. 6 de la mañana. Salimos del piso en el coche de Jesús que nos hace el favor de la vida para acercarnos hasta la estación de tren. No sin apuros pillamos los billetes y marchamos hasta la Gare de Lyon. Una vez allí nos pasamos al metro, ya con muchos corredores adentro, para terminar bajando justo en la parada de la plaza Charles du Gaulle. Todo el metro se encontraba inundado de runners. A la salida del metro, el Arco del Triunfo, imperioso, único.

Del tirón fuimos para dejar las mochilas y los abrigos. Hacía bastante rasca aunque parecía que el tiempo nos iba a respetar durante la carrera en cuanto a temperatura (genial) y climatología.

Una vez cambiados y habiendo dejado las mochilas, marchamos hacia la salida. Estiramos un poco y nos adelantamos para prepararnos a correr. La espera fue larga, esos 15 minutos se hicieron eternos. Había tanta gente en los Campos Eliseos que se perdía la vista entre tanta gente. Y además había muchísimos espectadores a pesar de la hora. La gente se empezaba a preparar, había nervios y cierto ambiente festivo a pesar de la dureza que se nos venía encima. Por fin se dio el pistoletazo de salida a eso de las 08:45 y un grito común se erigió por entre la ciudad hasta el cielo, había llegado el momento y 40000 almas se predisponían a luchar por el objetivo de alcanzar la meta situada a 42km desde donde nos encontrábamos.

Mientras las primeras miles de personas iban saliendo nosotros avanzábamos muy lentamente, tanto que tardamos más de 7 minutos en cruzar por fin la línea de salida. Cruzamos los Champs-Elysées en ligera bajada a bastante velocidad. Pillamos muy rápido el ritmo y así llegamos al km2 en donde estaba situada una enorme grúa desde donde se nos grababa en video y la cual precedía a la Place de la Concorde con el enorme obelisco de Luxor reinando la misma, el cual en su día trajo Napoleón desde Egipto.

...más en el próximo capítulo...

2 comentarios:

  1. Cronica personalísima, tan personalísima que a mi me llevó en coche Juan y a ti Jesús!! jejeje. Que crack!

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  2. jooooeeeee jesus-juan... lo mismo es, si hasta empieza por la misma letra picha...

    Pero lo de Napoleón a queao del carajo enh!?

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