martes, 7 de febrero de 2017

RUTA DE LOS MOLINOS 2017


Impagable, ¡cuánta belleza! ¡qué preciosidad! 

Al frente: Roque Nublo y Bentayga reinando la cumbre desde sus tronos. A la izquierda: el océano, en su inmensidad, y el Teide, vigilante, agreste y sin embargo, añorando su reino desperdigado entre las brumas de las aguas que lo bañan. Bajo mis pies: un camino, un largo recorrido que empieza siendo asfalto pero que pronto se torna verde hierba, suave, escarchado bajo los sombríos, pedregoso, altanero y endiablado a cada cuesta. Junto a la vereda el riachuelo de “la mina” o el matorral, la laurisilva de otro tiempo o el pinar de fuerte arraigo. No faltan los precipicios, saltos y vacíos, y esa piconera traicionera. Los almendros, ya disfrazados, preparados para su carnaval de febrero tiñen de blanco el monte. Huele a retama y a romero. Se echa de menos la lluvia. Aire frío y puro, sed en los pulmones. ¡Qué vistas desde el Garañón! ¡y del sur desde “Las Nieves”!Y tras la infinita bajada desde los cielos de Gran Canaria, la meta, el fin del camino: La Vega de San Mateo.

Qué bonito y ¡qué duro! ¡Vaya si costó! Sinceramente después de correr el año pasado en Tejeda (1km más de distancia y casi el doble de desnivel acumulado) no pensé que esta sería tan dura, aunque claro, las carreras al final las hace uno duro en función del ritmo que uno corra... y corrimos tela en esta, ¡tela!

La primera subida por asfalto para salir de Las Lagunetas ya te metía en calor... ni calentamiento ni leches. Adelanté fácil a muchos porque salí bastante atrás. Giro a la derecha y para el monte. sin dejar de correr a buen ritmo, por debajo de 5:30, enfilados y sin gente haciendo parón, a tope. Las vistas de los despertares de aquellos barrancos que miran al norte: impresionantes. Escarcha en la fina capa de hierba y algunos repechos embarrados justo antes de empezar a caminar junto al riachuelo del barranco de la Mina. Se hizo duro y más de una y de dos veces echamos a caminar. Llegados arriba del barranco, quedaba lo más duro, subir hasta el Garañón (33´-km 4,4). 

Luego el terreno llaneaba y se podía correr. Y se corrió a un ritmo endiablado, alternando falsos llanos hacia abajo y hacia arriba. Cruzamos los pinares de los Llanos de la Pez y fuimos a 4:30 para empezar la subida hasta el Pico de las Nieves. Al principio se pudo correr, incluso me llegué a desviar en un cruce por no fijarme bien en el recorrido, pero luego aquello era una pared... de casi 1km. Y el final: brutal casi en vertical.

1956m de altitud. Vistas increíbles a nuestras espaldas del Teide y el Roque Nublo en primera instancia. A 180ppm simplemente caminando. Durísimo. 1h13 - 9,5km.

Ahí va uno ya con las piernas de madera,... duras duras, bien cargaditas. Y las bajadas se hacen durísimas para la musculatura, sobre todo para los cuadriceps. Es complicado también cuando vas bajando y alguien se pone delante frenando... eso es lo peor, porque no dejas respirar al músculo, lo vas cargando más y más. Pero bueno la gente estuvo estupenda, durante toda la bajada, dejando pasar o pasando sin agobiar. El único problema fue al llegar a la piconera. Delante mía iba uno frenando con más miedo que siete viejas y claro, ahí no había manera de pasarle. Detrás nuestra se formó los atascos que se forman a las 8 de la mañana en la capital... algún flipao lo adelantó aun a riesgo de despeñarse él y al colega. Y al final terminó por dejar pasarse por unos cuántos que íbamos aguantando. 

Al terminar la piconera tuve que pararme a quitarme zapatillas y ¡calcetines! para sacar de ahí todo el picón que fui coleccionando por el camino. 

Desde ese punto iba ya quemaito, maduro, maduro. Así que cogí mi propio ritmo y simplemente me dediqué a terminar dignamente. Durísimas las cuestas hacia abajo, sobre todo llegando ya al pueblo. A pesar de ello terminé corriendo más cercano a los 4min/km que a los 5´, y a pesar de esto ¿qué come la gente? Adelantando a 4min después de 18km y la pechá de cuesta que nos habíamos dado... la gente está muuuu prepará.

Al final 2h17:25, tiempazo (esperaba estar sobre 2h30), puesto 76º de 381 que finalmente terminaron en tiempo y el 35º en mi categoría. Excelente tiempo, excelente temperatura y clima, preciosa carrera, gran ambiente, precioso circuito y sobre todo una maravilla de organización. De hecho, se portaron de lujo conmigo después de que el gran Eulogio (quedó el 35º y ¡porque se perdió!) se dejara mi dorsal y el chip en LPGC. Me sacaron un dorsal nuevo previo pago de una fianza por el chip, y me dolverán ese dinero cuando devuelva el chip.Y luego que esta gente tiene muy claro que las cosas se deben hacer para tenernos contentos a NOSOTROS, a los que corremos, a los que PAGAMOS.

Y lo mejor de este precioso sábado: la compañía.



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